domingo, 23 de marzo de 2008
"I can be your Pooh"
Grandes momentos do cine. Pequenas historias de amor. Este frío e este sopor vacacional faime pensar en pistas de patinaxe sobre as que se deslizan nínfulas e derrotados...
Un pantalón de peto e un gorro de lana, un pianista sen norte, citas literarias, Pooh e Christopher Robin...
Escribo o diálogo en castelán a continuación, porque a secuencia merece a pena vela en versión orixinal:
- ¿Qué demonios haces aquí?
- Mis amigos han venido a pescar, están en esa cabaña
- ¿Esos tipos son tus amigos?
- ¿Les conoces?
- Sí, vienen cada domingo. ¿Sabes cómo les llamamos? Los borrachos resacosos come-bocatas... ¿Son tus amigos?
- Eh... sólo conocidos, en realidad
- Ya...
- ¿Dónde esta el ciclista?
- ¿Quién?
- ¿Cómo se llama? Billie, Tiger, Pookie... El chico de la bici.
- Andrew.
- ¡Andrew! Andrew, eso es. ¿Dónde está?
- Se puso borde y ya no salgo con él. Es idiota.
- Ah... ¿Y ya tienes a otro?
- Sí... tú.
- ¿Qué?
- ¡Sí! ¡Tú! Tú eres mi nuevo novio. ¿De acuerdo? Me desmayo.... Tú eres mi héroe. Oye, ¿te casarás con la chica de Nueva York?
- No lo sé. ¿Por qué?
- No creo que debas.
- ¿Ah, no?
- Aún no estás preparado. Espera a encontrar a alguien que te motive.
- Bueno, pero puede que nunca la encuentre.
- Es como en El mago de Oz, todo este tiempo ha estado en tu patio trasero.
- ¿A qué te refieres?
- A ti. A ti y a mí.
- ¿En serio?
- Sí... ¿no piensas igual?
- Bueno, pero tenemos un problema de edad.
- Lo sé, nuestro destino es funesto como el de Romeo y Julieta. Es una tragedia de proporciones isabelinas...
- "¿Qué luz refulge a través de la ventana? Es el Oriente y Julieta es el sol."
- Y cantan las chicas de color "tu-turun-turun-tu..."
- Bueno, ¿Y... qué podríamos hacer?
- Ay de ti pobre Romeo, no podemos hacer nada. Tú irías a la cárcel y yo sería el hazmerreír de las exploradoras. Pero... si tus sentimientos son verdaderos, espera.
- ¿Que espere?
- Sí. Espera cinco años. Tendré dieciocho. Ya podremos estar juntos.
- Dentro de cinco años ni te acordarás de mí.
- ¡Claro que sí!
- Yo me he formado y tú aún no. Tienes que vivir tantas experiencias... Cambiarás. Y yo seré Winnie Pooh, y tú, Christopher Robin.
- Toda referencia literaria tiene su réplica. ¿Por qué eres Pooh?
- Cuando Christopher Robin creció, como Pooh, todo acabó. Estuvo con Pooh mientras fue niño. Y cuando maduró, dejó de necesitarle.
- Qué historia más triste.
- Pero es verdadera. Ahora no te das cuenta, pero tu pensamiento cambiará. Y yo... puedo ser tu Pooh.
- Creo que seguiré patinando, Pooh.
- De acuerdo, Christopher.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
que escena máis riquiña!
ResponderEliminarpor certo, acabo de ver o capítulo de songoku no que morre yancha! pobre bulma e pobre gatiño!
(laura)